El diseño es una disciplina creativa que no es del todo fácil de definir. El «diseño», además, es en realidad un conjunto de displinas: diseño de moda, diseño gráfico, diseño industrial, diseño de interiores, diseño digital, por nombrar las más conocidas. Siguiendo a la profesora Isabel Campy Valls el «diseño de sonrisa» no es diseño ¿o si?. Pero ¿podríamos decir que la arquitectura o la ingeniería son de alguna forma diseño? algunos como Víctor Papanek dirían que si.
A continuación se presentan varias definiciones de diseño con el objetivo de mostrar sus diferencias y similitudes. Son definiciones de personajes e instituciones reconocidas en el diseño y que ayudar a responder a la pregunta «¿Qué es el diseño? Estado de la cuestión» y exponer si hay una definición unificada de diseño actualmente.
Se verá a continuación que las distintas definiciones van de una óptica «naturalista» o «biológica» hacia otra más «cultural» y «tecnológica». Para grandes inventores como Richard Buckminster Fuller el diseño es una cuestión relacionada con la inteligencia que recorre el cosmos y también a los seres humanos, algo que precede a la cultura y a la industrialización. Por otro lado, para asociaciones como la World Design Organization el diseño es un proceso estratégico de resolución de problemas al servicio de la innovación en el contexto empresarial.
El diseño según R. Buckminster Fuller
Para el inventor Richard Buckminster Fuller el diseño es el reflejo de una inteligencia, no solo humana, sino natural, observable en la naturaleza. Para él, todos los seres humanos somos «diseñadores natos», no obstante, no solo es diseño lo que el ser humano inventa o crea: «Será diseño el que se manifiesta en los copos de nieve, en los cristales, en la música, en el espectro electromagnético… Si un código DNA-RNA programa la estructura de una rosa, de un elefante, de una abeja, habríamos de preguntarnos qué inteligencia diseñó el código DNA-RNA y los átomos y moléculas que realizan los programas codificados».
Entendió que el diseño está presente en todo, en la naturaleza, en la forma de los cristales de los copos de nieve, en las galaxias, en el orden intrínseco que rige la materia, la física y las leyes del universo. Lo contrario al diseño, afirma, es el caos. Siendo Buckminster quien era, no es baladí su manera de entender el diseño, no en vano fue uno de los principales referentes de Victor Papanek.
El diseño según Víctor Papanek
Para Víctor Papanek el diseño es una capacidad innata del ser humano, existente desde que el Homo Habilis comenzó su recorrido por la tierra… “todos los seres humanos somos diseñadores” afirmó. Según este enfoque podemos decir que hay diseño desde la cultura lítica Modo 1 de nuestros antepasados los homo habilis. Y que la cultura lítica llamada Modo 2, atribuida al exitoso homínido más «avanzado» que el Habilis, a saber, el Homo Ergaster, es claramente un desarrollo en el diseño de las herramientas líticas.
En ese orden de ideas el diseño sería una habilidad, innata, la planificación, el crear parámetros, líneas, conectores, sería una expresión de una pulsión con potencial de ser desarrollada. En su libro «Diseñar para el mundo real. Ecología humana y cambio social» (1971) Papanek alerta sobre la responsabilidad social del diseño y plantea su complejo funcional del diseño para reflejar la complejidad y rigurosidad a la que se debe. Papanek es uno de los primeros y grandes críticos del diseño; si bien el diseño es más una habilidad que cualquier otra cosa, esto no quiere decir que sea el reino de la improvisación, la intuición o el «buen gusto». Es decir, su crítica fue férrea y en contra del diseño sin investigación y el diseñador con poco criterio que solo echa mano de su gusto, título, intuición o deseo por complacer a su cliente sin importar las consecuencias culturales o sociales de lo que diseña. El inicio del prefacio del libro mencionado es muy expresivo:
«Hay profesiones que son más dañinas que el diseño industrial, pero muy
pocas. Y posiblemente solo haya una profesión que sea más insincera. El diseño publicitario, dedicado a convencer a la gente para que compre cosas que no necesita con dinero que no tiene para impresionar a personas a quienes no les importa, es quizá la especialidad más falsa que existe hoy en día. El diseño industrial, al confeccionar las cursis estupideces pregonadas por los publicistas, logra un merecido segundo puesto«.
El diseño según John Heskett
«El diseño es la capacidad humana, sin precedentes en la naturaleza, para dar forma al entorno, para servir a nuestras necesidades y dar sentido a nuestras vidas». En su libro El diseño en la vida cotidiana Heskett explica su perspectiva sobre el diseño, la cual hereda la misma base de Papanek. El título original en inglés del libro es «Toothpicks and logos – Design in everyday life«.
Heskett también sostiene que el diseño no es una disciplina, sino una capacidad, una habilidad, una manera de proceder, de relacionarse con el mundo y transformarlo. Esta capacidad vendría dada con la naturaleza de la especie humana y sus cimientos serían: 1) el desarrollo anatómico de contar con un pulgar oponible en la mano, lo cual nos sirve para que la mano sea una «pinza de gran precisión», 2) nuestra capacidad para aprovechar y trabajar con las fuerzas naturales y modelar la materia, y 3) nuestra capacidad de investigar y acumular conocimiento. Leer aquí el Capítulo 1 del libro mencionado.
¿Qué determina al diseño entonces? Dice Heskett que ni la tecnología ni las estructuras sociales, sino que los diseños son el resultado de las decisiones y opciones de los seres humanos: “Bien o mal ejecutados (depende de las bases sobre las que se juzguen), los diseños no están determinados por los procesos tecnológicos, las estructuras sociales, los sistemas económicos o cualquier otra fuente objetiva” (2005: 08). Heskett deja por fuera de su afirmación la posibilidad de que las decisiones y opciones que toman los individuos estén a su vez influenciadas, determinadas, inspiradas, encauzadas, cohesionadas, por la cultura y los hechos sociales. En fin, Heskett resalta que el diseño es una capacidad infrautilizada, que todo es susceptible de ser rediseñado y mejorado.
El diseño según Jordi Jovet
El profesor Jordi Jovet declara en su libro Ideología y metodología del diseño (1981) que si entendemos el diseño… “como el proyecto y la construcción objetiva de alguna señal u artefacto adecuado siempre a una u otras finalidades, además de la estética, pudiendo ser esta secundaria, involuntaria o inexistente, aceptaremos que el diseño no es un invento del siglo XX”. Jordi Jovet, conocido en Cataluña por ser profesor en las áreas de diseño, literatura y filosofía buscó dar un marco conceptual a la disciplina del diseño, mostrando cómo los objetos tienen una influencia radical en nuestra manera de pensar y en la construcción de valor en la sociedad.
El diseño según Aquiles Gay y Linda Samar
En el libro El Diseño industrial en la historia (1994) Aquiles Gay y Linda Samar afirman que “La palabra diseño hace referencia a la preconcepción sistematizada de la forma y las demás características del producto… éste se desarrolla a partir de un modelo o plano previo”. Su libro está enfocado en explorar la creación de objetos en la historia y subrayan que el caracter «industrial» del diseño se gesta a partir del diseño a partir de modelos o planos, «planes» reflejados de alguna forma transmitible y acumulable que permite la creación de un objeto una y otra vez siguiendo el mismo modelo o guía.
Pra Gay y Samar el diseño industrial es una simbiosis entre Estética y Tecnología en un momento de la historia (finales del siglo XVIII e inicios del XIX) en el que la producción de objetos cambia conforme cambia el modelo de sociedad en Europa, a saber, a medida que el proyecto de la modernidad va tomando ritmo. Este libro tiene el mérito de clarificar que lo que hoy llamamos «Diseño» en realidad se llama «Diseño industrial». Consulta el libro «El Diseño industrial en la historia» en este enlace.
El diseño según Isabel Campi
La profesora Isabel Campi explica en su libro ¿Qué es el diseño? (2006) que éste solo se refiere a una aplicación profesional en la industria y producción y consumo de bienes y servicios. Resulta muy útil su libro ya que ayuda a diferenciar al diseño (industrial) de las artes plásticas. Afirma lo siguiente: «El concepto de diseño tal y como lo entendemos hoy en día está ligado al fenómeno de la industrialización y al modelo de civilización que esta ha configurado […] la industria y el comercio necesitan que haya unos profesionales capaces de definir la configuración y la imagen de los productos con tal de conseguir que estos sean útiles y culturalmente comprensibles por sus usuarios«. Campi comparte en su libro la que, según ella, es una de las definiciones más compartidas en el mundo del diseño, la de Tomás Maldonado; lo cita así: «El diseño industrial es la actividad proyectual que consiste en determinar las propiedades formales de los productos suceptibles de ser reproducidos industrialmente en serie. Propiedades formales no solo son las características exteriores, sino sobretodo las relaciones funcionales y estructurales que hacen de un objeto una unidad coherente tanto desde el punto de vista del productor como del usuario«.
El diseño según González y Torres
En el libro Diseño y consumo en la sociedad contemporánea (2010) Cesar Gonzáles y Raúl Torres defienden que el diseño es “una actividad cognitiva-proyectual que se encarga de la prefiguración para la producción de objetos (de consumo), imágenes (comerciales), ambientes, entornos, es decir, lo que para simplificar denominamos la construcción del espacio”. Según su definición, la arquitectura estaría, por lo tanto, muy cerca del diseño. Más aún si pensamos en el diseño de interiores y la arquitectura.
La definición de estos dos autores reune lo dicho antes por Campi, Maldonado y Aquiles Gay. Estaría claro que el «diseño industrial» o «el diseño moderno» tal y como lo conocemos está delimitado por el sistema industrial de producción y consumo. Esta definición es mucho más concreta que la visión holística de Papanek y Buckminster F. pero dejaría afuera a la producción de objetos no necesariamente industrial. Este punto podría ser una diferencia central en «diseño» y «artesanía», aunque la artesanía actualmente es más una categoría del mercado y no tanto un «tipo de diseño preindustrial».
El diseño según la ENSCI de Francia
La Escuela Nacional Superior de Creación Industrial en Francia (L’École Nationale Supérieure de Création Industrielle) escribe que «El diseño es un proceso intelectual creativo, pluridisciplinar y humanista, donde el objetivo es tratar y aportar soluciones a los problemas cotidianos, pequeños y grandes, ligados a condiciones económicas, sociales y medioambientales«. Cabe destacar de esta definición el caracter pluridisciplinar del diseño en el siglo XXI. Corrientes con mucha influencia como el Design Thinking apoyan esta visión, en la cual es necesario que diferentes profesionales participen para alcanzar un nivel de diseño realmente útil, sostenible, humano y benéfico.
El diseño según el Ministerio de cultura de Francia
El Ministerio de Cultura en Francia afirma, correctamente, que la definición del diseño es cambiante según la época: «El diseño es una disciplina, un enfoque que se reinventa con cada época, siguiendo los desarrollos, las culturas y las contribuciones de diseñadores de todo el mundo. De hecho, el diseño es un proceso de creación e innovación en estrecha relación con las necesidades en constante evolución del usuario en todos los sectores de actividad«.
Pero ¿en realidad el diseño está para satisfacer necesidades? Fernando Martín Juez afirma en su libro «Contribuciones para una antropología» del diseño que el diseño está más para satisfacer habilidades y destrezas que para satisfacer necesidades.
El diseño según la WDO
La Organización Mundial del Diseño (World Design Organization) es una asociación a la que están afiliadas diversas escuelas de diseño del mundo. Está orientada al diseño industrial, pero como hemos visto antes ¿cuál rama del diseño no es industrial? si el diseño está entregado al ámbito comercial y al consumo ¿no implica esto que todo se diseña en serie, industrialmente, y para muchos consumidores?. La definición de la WDO es esta: «El Diseño Industrial es un proceso estratégico de resolución de problemas que impulsa la innovación, genera éxito empresarial y conduce a una mejor calidad de vida a través de productos, sistemas, servicios y experiencias innovadores«.
Todos los objetos son diseño
El libro del año 2002 del antropólogo y diseñador Fernando Martín Juez tiene un título muy sugerente: «Contribuciones para una antropología del diseño«. En él desarrolla la tesis de que todos los objetos son diseño y, por lo tanto, todo el diseño es simbólico. Es decir, el diseño es todo lo que hace posible crear un objeto, cualquiera que éste sea. Y todos los objetos tienen una dimensión simbólica.
Martín Juez profundiza en su libro en que los objetos no solamente son útiles y su función no solamente es práctica. «Los objetos son buenos para usar y buenos para pensar» afirma.
¿Qué no es diseño?
He aquí una pregunta igualmente importante. El diseño no es una ciencia, por lo menos hasta ahora. Aunque en su vocación multidisciplinar pueda incluir análisis científicos y colaboraciones de profesionales de las ciencias naturales o de las ciencias sociales. Por ejemplo, para el inventor Richard Buckminster Fuller, el vínculo entre ingeniería y diseño es directo y muy cercano. Es común, desde hace muchos años, que los ingenieros civiles, por ejemplo, estudien los principios del diseño.
El Diseño también se distingue de las llamadas artes plásticas o «bellas artes». Hay diferencias claras entre el diseño y la pintura, el arte digital, las instalaciones, los happenings o la escultura. Aunque el arte participe del circuito de compra y venta de bienes y servicios, de la sociedad de consumo, su calidad, su interpretación, su valoración y su decodificación responde a supuestos muy diferentes. El arte es «otro» sistema de producción de objetos, experiencias y significados, mientras que el diseño no se aleja de su cuna, es decir, del contexto comercial e industrial (de compra y venta de objetos «útiles») que le dio vida en la modernidad. Las fronteras entre uno y otro no son abruptas en todo caso, en otro artículo se explicará la diferencia entre el diseño y el arte.
Conclusiones
El diseño actualmente se entiende como un campo de estudios creativo distinto a las «bellas artes» o artes plásticas, un campo de estudios propio de la sociedad industrial y orientado a la producción de consumo de bienes y servicios que aspiran a crear bienestar y satisfacer necesidades, aunque a veces no lo consigan.
El diseño no está exento, ahora más que nunca, de un caracter investigativo y de la participación de profesionales de otros campos tan dispares como la ingeniería, la psicología o la antropología.
Para satisfacer las demandas de la sociedad del siglo XXI el diseño debe ser multidisciplinar, lo cual desmonta al diseñador/a como gurú último del buen gusto y el buen hacer. Esto es así porque los retos actuales de todos los diseños son más grandes que nunca y es imposible que una sola disciplina pueda responder a tantas demandas.
En parte gracias a la corriente iniciada por Víctor Papanek, el diseño del siglo XXI está llamado a ser protagonista en la búsqueda del bienestar social, la innovación y la generación de bienes y servicios orientados hacia la sostenibilidad y la salud global, incluida la «salud del planeta».
Este artículo lo he escrito como resultado de la asignatura «Diseño en contexto» que durante 7 años preparé para estudiantes de diseño gráfico, diseño de interiores y diseño de producto en la escuela de diseño LCI Barcelona.